El cine dominicano afronta un problema con el que no contaba. La cantidad de producciones de factura local que se realiza en la actualidad ha hecho que los actores se hagan escasos. A esto hay que agregar el hecho de que las figuras con capacidad de llevar una gran cantidad de público a las salas de cine son pocas. Esta deficiencia de nuestra incipiente cinematografía ha sido hecha pública luego de que se conociera el conflicto entre José E. Pintor y algunos actores a quienes Roberto Ángel Salcedo también solicitó sus servicios para su próximo proyecto cinematográfico.
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