LA XCLUSIVA Mildred Tirado Vázquez / Primera Hora “Estoy muy disgustada sobre esta situación. Me siento mal por la esposa y familia del señor Crespo por tener que soportar el dolor y pena causados por su comportamiento indecente”. Con estas expresiones, Patricia Perea, quien estaba sentada al lado de Elvis Crespo en el famoso vuelo de Continental Airlines, el 19 de marzo, de Houston a Miami, y asegura haberlo visto masturbándose, rompió su silencio. Estas expresiones se dan por medio de una comunicación escrita enviada por su abogado, el licenciado Pedro A. González, con oficinas en Miami, Florida. Se añade que la señora Perea se encuentra muy preocupada de que el merenguero “pueda causar que otras mujeres sufran la misma o una peor experiencia en el futuro”. El licenciado González está examinando el caso y tiene la intención de reunirse con testigos y autoridades envueltos en el asunto, para determinar si se toma alguna acción legal, por lo que no se descarta perseguir reclamos o entablar demandas civiles. “La señora Perea está asombrada por la conducta indigna del señor Crespo al masturbarse al lado de ella y exponiendo su pene durante el acto, de forma que ella y otros lo vieran. Crespo aumentó su maldad al aparecer en una entrega de premios en Miami poco después del incidente, actuando como si él no hubiese hecho nada malo y anunciando que pondría un vídeo sobre el escándalo en MySpace”, comentó el letrado. Según se desprende de la carta enviada a Primera Hora, al momento del incidente, Perea desconocía quién era el hombre que, asegura, se masturbaba en el asiento de primera clase, sentado a su lado. No fue hasta llegar a Miami, y luego de que las autoridades interrogaran a Elvis Crespo, que se enteró de su identidad. “Para empeorar las cosas e insultar aún más a la señora Perea, Crespo hizo público el vídeo negando las acusaciones e implicando que ella había mentido sobre el incidente. El señor Crespo sabe lo que él hizo y debe estar apenado de sí mismo. Pensamos reunirnos con las autoridades en relación a este desagradable asunto. Hasta él ha reconocido que las acusaciones son muy serias”, añadió González. Patricia Perea, de 51 años, está casada y es madre. La residente de Houston, Texas, tiene su propia empresa.
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