Londres, (EFE).- Una mujer ha sido condenada por un tribunal de Newcastle (norte de Inglaterra) a tres años de cárcel por arrancarle la lengua de un mordisco a su novio cuando le estaba besando.
La agresión se produjo después de que tanto la agresora, Tracy Davies, de 40 años, como la víctima, Mark Coghill, de 45, se bebieran dos botellas de vodka para celebrar el cumpleaños de él, según informó hoy la agencia local de noticias PA.
La agresión se produjo después de que tanto la agresora, Tracy Davies, de 40 años, como la víctima, Mark Coghill, de 45, se bebieran dos botellas de vodka para celebrar el cumpleaños de él, según informó hoy la agencia local de noticias PA. Según el testimonio de Coghill, todo comenzó cuando Davies se lamentó por no conseguir quedarse embarazada pese a sus deseos de tener un hijo, tras lo que él la consoló. Entonces la agresora le dijo que le quería y le pidió que le diera un beso, a lo que Coghill accedió. La víctima aseguró ante el tribunal que su novia se convirtió en ese momento en un "monstruo" y que tras besarle apretó fuertemente los dientes sobre su lengua. Coghill chilló y le hizo gestos a su novia de que se apartara, pero en vez de eso Davies mordió su lengua y la escupió al suelo. "Cuando ella paró, abrió su boca y me miró de una forma como nunca antes nadie me había mirado. Después abrió la boca y mi lengua estaba en ella. Emitió un sonido de satisfacción, como cuando te tomas una taza de té tras estar varios días sin tomarte ninguna. Un sonido como 'mmmmm'", explicó la víctima ante el tribunal. En opinión de Coghill, su novia tenía cara de que su lengua era "como un trofeo". Fue la propia agresora quien llamó a la ambulancia y quien mostró a los médicos una bolsa de plástico con la lengua de su novio dentro. "Tuvimos un problema doméstico. He mordido su lengua. Aquí está", les dijo a los médicos. Davies, que había tenido problemas con el alcohol en el pasado, se mostró muy sorprendida por ser arrestada por la policía, a los que les preguntó si estaban bromeando. El trozo de lengua recuperado por la agresora no pudo ser reimplantado por el elevado riesgo de infección, según explicaron los médicos al tribunal. En su defensa, la agresora dijo no recordar nada del episodio y explicó que si dijo a la policía que ella había sido la responsable de la lesión fue porque él la había convencido de que así había sido. El juez del caso subrayó durante su alocución que la agresora no mostró tener remordimientos por lo ocurrido y que la víctima deberá vivir el resto de su vida con sólo dos tercios de su lengua, por lo que ha perdido parte del sentido del gusto. "Este tribunal ha conocido casos de gente que ha mordido una nariz, orejas, o parte de la nariz y parte de orejas, pero en mi experiencia, morder una lengua de esta manera es inaudito", afirmó el magistrado. EFE
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