COSASDELCIBAO-Por Santiago Gonzalez | El Nacional SANTIAGO.-Rosa Margarita Rodríguez, una de las acusadas por la Dirección Nacional de Control de Drogas de integrar una banda de atracadores y traficantes de estupefacientes a los que ocupó de armas de fuego, insignias y pertrechos militares, se confesó como “única responsable” del caso en el que también están presos cuatro de sus hermanos. La mujer proclamó a viva voz, en el Tribunal de Atención Permanente que anoche le dictó, junto a cinco más, prisión preventiva de tres meses que no tenía miedo y que se presentó voluntariamente para ser apresada porque le informaron que la DNCD la buscaba. La mujer proclamó a viva voz, en el Tribunal de Atención Permanente que anoche le dictó, junto a cinco más, prisión preventiva de tres meses que no tenía miedo y que se presentó voluntariamente para ser apresada porque le informaron que la DNCD la buscaba. Rodríguez fue apresada cuando se presentó en el Palacio de Justicia el sábado por la noche. La mujer, de 34 años de edad, tiene a su esposo preso y condenado a 30 años de prisión por homicidio. En el tribunal la ministerio público planteó la posibilidad de que los presos tengan relación con otros hechos delictivos. Al conocer la noche de este lunes la medida de coinisterio público de que los presos tengan relación con otros hechos ocurridos en el país. Al conocer la noche de este lunes la medida de coerción contra ocho de los detenidosLa decisión del juez enal de armas de fuego, drogas, sinsignias y pertrechos uego de escuchar los alegatos de los abogados de los imputados y de la representante del Ministerio Público, la fiscal adjunto Jenny Berenice Reynoso. La prisión preventiva fue impuesta por el juez contra los hermanos Rosa Margarita, Rafael de Jesús, Lirbania María y Francisco Germán Rodríguez Noesí, José Núñez y Mario Peña Brito. El ministerio público solicitó la medida para ocho imputados y también que el caso fuera declarado como complejo, pero esta última parte fue rechazada por el tribunal. A la salida del tribunal, familiares de dos de los liberados, Francisco y Edwin Rodríguez, padre e hijo, se abrazaron y declararon que sus parientes no tenían nada que ver con el caso. De Francisco dijeron que fue apresado injustamente porque es un hombre serio que nada tiene que ver con el caso y se dedica sencillamente a vender chimichurri en un puesto al lado del colmado donde fueron apresados dos de los implicados en la presunta red.
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