PANAMA (EFE)El ex presidente de Panamá Guillermo Endara, fallecido hoy a los 73 años, será recordado por ser el gobernante que asumió la Presidencia panameña gracias a la invasión estadounidense a este país, el 20 de diciembre de 1989.
Endara (1989-1994), que en julio pasado estuvo hospitalizado durante dos semanas por una complicación renal relacionada con la diabetes que padecía desde hacía varios años, murió hoy en su apartamento en la zona residencial de Paitilla, en la capital.
En noviembre de 2004, Endara había sido intervenido de una afección cardiaca para corregir una obstrucción coronaria.
Pese a los problemas de salud que padecía, el político panameño fue candidato presidencial en los comicios que se celebraron el 3 de mayo pasado, por el Partido Vanguardia Moral de la Patria, y quedó en tercer lugar, con menos de un 3 por ciento de los votos.
El ex gobernante también había competido como candidato presidencial en los comicios del 2 de mayo de 2004, que ganó Martín Torrijos, en unas elecciones en las que quedó en el segundo lugar.
Pero Endara será recordado por haber sido el primer presidente de Panamá tras el restablecimiento de la democracia, después de la invasión estadounidense del 20 de diciembre de 1989 que derrocó el régimen dictatorial del general Manuel Antonio Noriega.
Oriundo de la capital panameña, donde nació el 12 de mayo de 1936 en el seno de una familia acomodada, Guillermo Endara Galimany se adentró en el mundo de la política en 1964, de la mano del caudillo nacionalista Arnulfo Arias Madrid, que fue tres veces presidente y otras tantas veces fue derrocado por los militares.
Con Arias fue uno de los cofundadores del Partido Panameñista, con el que salió elegido diputado en 1964, aunque no pudo ocupar su escaño debido a los fraudes detectados en su propia agrupación.
Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad de Panamá, con estudios de postgrado en Nueva York, Endara siguió su carrera política a la sombra de Arias, de quien se convirtió en uno de sus hombres de confianza.
En 1968 fue designado ministro de Planificación y Política Económica en uno de los gobiernos de Arias Madrid que sólo duró once días, frustrado por un golpe militar.
A partir de ese momento pasó a la clandestinidad hasta que en 1971 fue detenido, encarcelado y enviado al exilio a Estados Unidos.
Endara, que era conocido entre sus amistades como «Cuchungo», regresó al país en 1977, donde comenzó a reorganizar el Partido Panameñista y a preparar el regreso de Arias, que también se vio obligado por los militares a exiliarse fuera del país.
En 1984 se convirtió en el líder del Partido Panameñista, que se refundió con los disidentes del Partido Panameñista Auténtico (PPA), con el que a la larga se convirtió en uno de los azotes del general Manuel Antonio Noriega, con el movimiento civilista que se fue gestando contra la dictadura militar.
La oposición al régimen de Noriega se fue intensificando hasta que éste destituyó en 1988 al presidente Eric Arturo del Valle, que había osado ordenar su pase a retiro.
Endara formó entonces una amplia coalición con democristianos, Partido Liberal Auténtico, y Movimiento Liberal Revolucionario Nacionalista.
En las elecciones a la Presidencia del 7 de mayo de 1989 se presentó como primer candidato por la Alianza Democrática de Oposición Civilista (ADOC), junto a los aspirantes a la primera y segunda vicepresidencia, Ricardo Arias y Guillermo Ford.
El fraude electoral del que fue objeto, así como la agresión física que sufrieron Endara, Arias y Ford por parte de los seguidores de Noriega cuando protestaban, fue la gota que colmó el vaso y llevó meses después a la invasión de Panamá por EEUU.
Una de las primeras medidas que adoptaron los militares estadounidenses en su invasión del 20 de diciembre de 1989 para derrocar a Noriega fue custodiar, ese mismo día, la toma de posesión presidencial de Guillermo Endara.
Hay quien asegura que esa ceremonia tuvo lugar en una base militar estadounidense, pero otras versiones aseguran que fue en el Palacio Legislativo de la capital.
Ya en la Presidencia, Endara se convirtió en una figura polémica y a veces folclórica, con la declaración de huelgas de hambre en solidaridad con sus compatriotas más necesitados, o con sonadas peleas con su esposa, Ana Mae Díaz Chen, de origen chino, y 24 años más joven que él, que transcendían lo privado.
Su gobierno también pasará a la historia de Panamá como el que se libró de los militares y de la presencia permanente que habían mantenido en la política de este país, ya que disolvió el Ejército.
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