Solicitan a Bengoa restablecer la entrega de los recursos a la señora pensionada
SD. La palabra injusticia no es suficiente para definir el drama que vive la señora Elena Solano, de 94 años, luego que la Secretaría de Hacienda le suspendiera, hace casi tres años, la entrega de la pensión de RDS1,014 que recibía del Estado, tras trabajar como enfermera durante varias décadas en varios hospitales públicos.
La anciana, que perdió la vista hace varias décadas por causa de glaucoma, pasa la mayoría de las horas del día postrada en una cama de su humilde vivienda de la calle Licey número 24, en el sector de Villa Francisca, pues, hace dos semanas se cayó de la cama y los golpes recibidos les impiden caminar.
Solano, que nació el 15 de agosto de 1915, sobrevive con la ayuda de algunos familiares cercanos y vecinos, que le proporcionan alimentos y se encargan de cuidarla, labor que no pueden continuar porque tienen sus propias precariedades. No tuvo hijos y su esposo murió hace más de cinco años.
A la persona que tenía el poder para cobrar la pensión de doña Elena, le informaron en enero de 2007, que Hacienda había cancelado la pensión, su único medio de subsistencia, porque alegadamente ella había "fallecido". Después cambiaron la versión y le dijeron que era porque no tenía la cédula nueva, debido a que poseía el documento de identidad viejo, que le decían la "sabana" o el "librito".
Sus colaboradores terminaron los trámites, y a la vivienda de doña Elena han ido dos inspectores de la Secretaría de Hacienda, quienes le tomaron las huellas dactilares y contactaron la existencia de la mujer, Sin embargo, la burocracia y la insensibilidad han impedido la reanudación de la entrega de los recursos.
Con la voz apagada por los años, doña Elena dijo que luego de graduarse de Enfermera Hospitalaria en la Escuela de Enfermeras de la Cruz Roja Dominicana, en octubre de 1944, trabajó hasta la década de los 70, en los hospitales públicos Padre Billini, en el de niños Ramfis Trujillo, que estaba ubicado en la calle Santiago, del sector de Gascue. También, en el hospital Juan Pablo Pina de San Cristóbal, cuando lo inauguraron, así como en el Siquiátrico Padre Billini y la Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia.
Carlixta Lugo solicitó al secretario de Hacienda, Vicente Bengoa, corregir esta injusticia para que Elena pueda contar con que subsistir dignamente, el tiempo que le pueda quedar de vida.
La anciana, que perdió la vista hace varias décadas por causa de glaucoma, pasa la mayoría de las horas del día postrada en una cama de su humilde vivienda de la calle Licey número 24, en el sector de Villa Francisca, pues, hace dos semanas se cayó de la cama y los golpes recibidos les impiden caminar.
Solano, que nació el 15 de agosto de 1915, sobrevive con la ayuda de algunos familiares cercanos y vecinos, que le proporcionan alimentos y se encargan de cuidarla, labor que no pueden continuar porque tienen sus propias precariedades. No tuvo hijos y su esposo murió hace más de cinco años.
A la persona que tenía el poder para cobrar la pensión de doña Elena, le informaron en enero de 2007, que Hacienda había cancelado la pensión, su único medio de subsistencia, porque alegadamente ella había "fallecido". Después cambiaron la versión y le dijeron que era porque no tenía la cédula nueva, debido a que poseía el documento de identidad viejo, que le decían la "sabana" o el "librito".
Sus colaboradores terminaron los trámites, y a la vivienda de doña Elena han ido dos inspectores de la Secretaría de Hacienda, quienes le tomaron las huellas dactilares y contactaron la existencia de la mujer, Sin embargo, la burocracia y la insensibilidad han impedido la reanudación de la entrega de los recursos.
Con la voz apagada por los años, doña Elena dijo que luego de graduarse de Enfermera Hospitalaria en la Escuela de Enfermeras de la Cruz Roja Dominicana, en octubre de 1944, trabajó hasta la década de los 70, en los hospitales públicos Padre Billini, en el de niños Ramfis Trujillo, que estaba ubicado en la calle Santiago, del sector de Gascue. También, en el hospital Juan Pablo Pina de San Cristóbal, cuando lo inauguraron, así como en el Siquiátrico Padre Billini y la Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia.
Carlixta Lugo solicitó al secretario de Hacienda, Vicente Bengoa, corregir esta injusticia para que Elena pueda contar con que subsistir dignamente, el tiempo que le pueda quedar de vida.
De Bienvenido Scharboy
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