www.elcaribe.com.do *Por Oscar Quezada y D. Martínez-
Activistas de derechos humanos y de la sociedad civil y la Pastoral Juvenil mostraron preocupación por el tiempo transcurrido desde el secuestro en Nagua de Eduardo Baldera, y la PN aún no tiene pistas certeras de los raptores.
Trece días de angustia, llantos e incertidumbre no han sido suficientes para dar con el paradero de los secuestradores. La Policía ha sido reiterativa de que continúan las pesquisas.
Javier Cabreja, director ejecutivo de Participación Ciudadana, dijo que “obviamente, ante este hecho, queda demostrado que la República Dominicana requiere de una Policía Nacional realmente fortalecida e institucionalizada, con mayores capacidades en términos de recursos financieros, tecnológicos y humanos para actuar con la eficiencia que este tipo de caso requiere”.
Cabreja entiende que los secuestros constituyen un elemento más que se añade a la inseguridad ciudadana, por lo que augura el temor de que esa práctica se convierta en una nueva modalidad delictiva al servicio de grupos que piden grandes sumas de dinero a cambio de entregar a sus víctimas.
Del rapto de Eduardo Baldera solo se sabe que hay una familia que duerme y come poco, una comunidad atada de pies y manos por la impotencia y unos cuerpos investigativos entre pesquisas infructuosas y declaraciones repetidas que hasta ahora no han podido dar solución al caso.
¿Quiénes y porqué lo secuestraron? ¿Qué tan escondido están los raptores que la Policía no ha podido ubicarlos? ¿Lograron salir del país? ¿Porqué cobrar cinco millones de dólares para entregar a Eduardo a un padre que ha dicho no cuenta con capacidad económica para hacer frente a ese reclamo? Tal parece que no hay respuestas para estas preguntas.
El padre Luis Rosario, coordinador de la Pastoral Juvenil, elevó sus plegarias pidiendo por la inmediata entrega del joven secuestrado.
“Quisiera hacer un llamado vehemente a las personas que son responsables de este secuestro para que, de la forma que crean más conveniente, liberen a este joven, de tal manera que vuelva la tranquilidad, tanto de su familia, de su pueblo, como a todo el país”, exclamó el sacerdote católico.
Las once personas que la tarde del pasado martes fueron arrestadas, entre ellas una que la Policía aseguraba tenía que ver con el secuestro, fueron despachadas al día siguiente, por no hallárseles vínculos que justificaran su detención.
“No hay evidencias que vinculen a estas personas con el joven secuestrado. Eso no significa que el proceso de la investigación haya concluido’’, aseguró Nelson Rosario, vocero de la Policía.
“Estamos preocupados, porque en el país se pudiera instalar lo que es la industria del secuestro, situación esta que es bastante perturbadora y lesionadora de los derechos más fundamentales, desde el punto de vista humano.
Cuando hechos de esta naturaleza se producen, crean un trauma difícil de superar, al margen de lo agobiante de esta situación para la familia”, observa Manuel María Mercedes, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
En tanto, la visita al Cuartel General de la Policía de Milagros Osorio, madre de una joven que se dijo había sido secuestrada, aviva aún más el síndrome de las dudas en este enmarañado caso.
La señora Osorio se reunió ayer con el vocero policial Nelson Rosario. Se ignora de qué hablaron, aunque ella sí habló del extraño secuestro de su hija.
“En realidad, no acuso a nadie, porque mi hija no los vio, pero los que estaban (cuando fue secuestrada) eran policías. Después que ella se fue para la universidad, jamás volvió”.
Rapto podría prolongarse
Baldera no es el que más tiempo ha durado secuestrado, aunque faltan solo dos días para serlo.
Cuando el 24/9/2005, el comerciante Rolando Benjamín González fue rescatado próximo a Azua, llevaba 15 días secuestrado.
Las autoridades se irritan cuando escuchan hablar de “industria del secuestro”.
Tres llamados de atención
Javier Cabreja
Particip. Ciudadana
“El hecho de que tengamos un caso sin que haya una solución satisfactoria del mismo, genera mucha preocupación de que esto pueda constituirse en una nueva modalidad del crimen”
Luis Rosario
Pastoral Juvenil
“Pedimos a quienes tienen a este joven secuestrado que por favor lo entreguen, que lo devuelvan a la sociedad y a su familia, de la forma que crean más conveniente”.
Manuel María Mercedes
Derechos Humanos
“Todas las organizaciones debemos apoyar a las autoridades, para evitar que este país se deje arropar por la industria del secuestro, por lo que esto significa para toda la sociedad”.
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