Alain Le Roy, encargado de las fuerzas de paz de la ONU, dijo a los reporteros que no contaba con información detallada sobre el único sobreviviente, que fue hospitalizado después del percance en la capital congoleña de Kinshasa.
Le Roy agregó que aún no se determina la causa, pero que los investigadores revisan la posibilidad de que el viento hubiera provocado que el avión no descendiera sobre la pista de aterrizaje. La aeronave tocó tierra junto a la pista y se destruyó, según informó el funcionario.
La misión de las fuerzas de paz de la ONU en Nueva York dijo que era un pequeño avión de pasajeros que transportaba en su mayoría a integrantes de su personal, incluyendo cascos azules. Le Roy indicó que el grupo estaba compuesto por cuatro tripulantes y 29 pasajeros, entre los que también había trabajadores de organizaciones no gubernamentales.
El Consejo de Seguridad de la ONU expresó sus “profundas condolencias” a las familias de aquellos que murieron. La embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, emitió un comunicado en el que dijo: “La pérdida de trabajadores humanitarios y fuerzas de paz hoy es una tragedia para las Naciones Unidas”.
La misión de la ONU en el Congo, conocida como MONUSCO, incluye más de 19.000 cascos azules. Tiene como finalidad proteger a los civiles de esta nación ante la violencia provocada por grupos rebeldes y milicianos.
Además de tener carreteras en pésimas condiciones, el Congo tiene uno de los niveles de seguridad aérea más bajo del mundo.
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