domingo, 7 de diciembre de 2008


Jorge Ramos voz inmigrante





SANTO DOMINGO.- Cuando Jorge Ramos llegó a Estados Unidos, el 2 de octubre de 1983, llegó cargado de sueños, pero con muy ligero equipaje. “Todo lo que tenía lo podía cargar con mis dos manos: una maleta, un portafolios y mi guitarra”, recuerda. Hace 25 años salió de México, donde nació y creció en una familia integrada por cinco hermanas, de clase media, de la que se apartó forzado por la censura del sistema de entonces.
La guitarra clásica fue una de sus pasiones, al igual que el salto con garrocha, con el que se ganó un puesto en el equipo preolímpico mexicano. Pero su misión en la vida era el periodismo, el que le ha dado un lugar preponderante en la televisión estadounidense.
Quince dólares diarios, más propinas, fue su primer salario decente en una emisora en Los Ángeles. Luego trabajó para KMEX, que era la estación de televisión de habla hispana de mayor teleaudiencia, y tres años después ya presentaba el Noticiero Univisión, donde se convirtió en el rostro más distintivo.
Aunque la acogida de Estados Unidos fue determinante en su éxito profesional, Ramos sostiene que a pesar de los años que lleva en esa nación todavía se siente inmigrante y por esto busca hablar por los demás hispanos que no son escuchados.
“He tenido el privilegio de hablar por aquellos inmigrantes que están callados y asustados, aquellos que no tienen voz, y gracias a Dios he tenido la oportunidad de hacerlo a través de la televisión”, dijo en una entrevista presentada anoche en el programa “Noche de Luz”, que conduce Luz García por Antena Latina (canal 7).
Ramos manifestó que agradece a Estados Unidos porque ha sido un país muy generoso con él durante 25 años y le ha brindado la oportunidad de desarrollarse en su carrera como periodista y el apoyo que no recibió en su tierra natal.
También confesó que, pese a llevar años volando de un país a otro, aún siente miedo al hacerlo, pero esto no le ha impedido hacer su trabajo.
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