EL NACIONAL
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SAN FRANCISCO DE MACORIS. Desconocidos mataron a palos ayer a un vigilante privado que laboraba en una gasolinera de Samaná, de donde se llevaron dinero en efectivo y tarjetas de llamada.
Rafael Mejía, de 44 años, fue ultimado por varios hombres que lo despojaron de una escopeta calibre 12 propiedad de la compañía de vigilantes Guarocuya, tras lo cual lo ataron y amordazaron y posteriormente propinaron varios palos en la cabeza dejándolo abandonado en un callejón contiguo a la estación de expendio de combustibles Texaco, propiedad de Juan Genao.
Según el informe de la Policía, los autores del hecho penetraron a las oficinas del establecimiento y trataron inútilmente de abrir una caja fuerte, llevándose más de 8 mil pesos en tarjetas de llamadas y 7 mil en efectivo.
SAN FRANCISCO DE MACORIS. Desconocidos mataron a palos ayer a un vigilante privado que laboraba en una gasolinera de Samaná, de donde se llevaron dinero en efectivo y tarjetas de llamada.
Rafael Mejía, de 44 años, fue ultimado por varios hombres que lo despojaron de una escopeta calibre 12 propiedad de la compañía de vigilantes Guarocuya, tras lo cual lo ataron y amordazaron y posteriormente propinaron varios palos en la cabeza dejándolo abandonado en un callejón contiguo a la estación de expendio de combustibles Texaco, propiedad de Juan Genao.
Según el informe de la Policía, los autores del hecho penetraron a las oficinas del establecimiento y trataron inútilmente de abrir una caja fuerte, llevándose más de 8 mil pesos en tarjetas de llamadas y 7 mil en efectivo.
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