Por Ynmaculada Cruz Hierro
Listin Diario
Tito Swing, con “El café”, se inscribe como uno de los sucesores, mientras a muchos extraña que Cherito se destape con un merengue pícaro.
Santo Domingo.- Desde el nacimiento del merengue éste trajo consigo la picardía y el doble sentido incluido. Sus intérpretes se han valido de este recurso y cada cierto tiempo la radio se inunda con temas que se convierten rápidamente en populares. Ahora se registra otra oleada que supera en crudeza a otras épocas.
Tito Swing, con el merengue “El café”, se inscribe como uno de los sucesores, siguiendo la tendencia de otro merenguero de calle: Tulile. Y a muchos extraña que Cherito (un símbolo del merengue romántico y letras de calidad) suene en estos días un tema en el que canta: “Ella quiere un pedazo, pero yo se lo d
entero...”.
En el caso de Tito Swing ya su “café” se coló de boca en boca: “¿Tú sabes colar café, cuélame este...”. Más que eso, el merengue relata detalles cómo: “Ella me cuela el café y me le pone cremora. Porque ya me dio deseo...”.
Para Euri Cabral, autor del libro “El merengue y la bachata: orígenes, etapas y líderes”, el doble sentido en en el que impera la vulgaridad siempre ha sido un retroceso para el ritmo.
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