jueves, 16 de junio de 2011

Ejecutan dos reos en EE.UU., uno de ellos violó y mató anciana de 70 años

WASHINGTON.- Eddie Powell, de 41 años, acusado de violar, matar y robar a una anciana en 1995, fue ejecutado hoy con la inyección letal en la prisión de Holman, en el estado estadounidense de Alabama (sureste). Esta es la cuarta ejecución en lo que va de año en este estado sureño y la tercera bajo la administración del gobernador republicano Robert Bentley, que asumió su cargo en enero.

El médico forense dio por muerto al reo a las 18.30 hora local (22.30 GMT), según informó el diario local The Birmingham Times. Un jurado declaró culpable a Powell de violar, sodomizar y asesinar en 1995 a Mattie Wesson, una mujer de 70 años, mientras robaba su casa en Holt en el condado de Tuscaloosa (Alabama).

Powell, que cumplió 12 años, 9 meses y 9 días en prisión, recibió a lo largo del día la visita de su madre, su hermano y su hermana así como de un tío y un amigo. Según indicaron los oficiales del penal, también escribió cartas en las que indicaba que estaba tranquilo.

El reo no quiso tomar desayuno pero comió sandwiches, tortillas de maíz y soda de las máquinas expendedoras de la prisión, según indicó al diario, Brian Corbett, portavoz de Holman. No obstante, no pidió su última comida.

Powell apeló su sentencia a muerte alegando que era mentalmente incapaz pero la Corte Suprema de Alabama la rechazó a principios de esta semana y la Corte Suprema estadounidense la rechazó hoy. En sus últimas palabras pidió perdón por el "dolor que he causado".

Según The Birmingham Times, dejó la mayoría de sus pertenencias a sus antiguos compañeros, incluida una televisión en blanco y negro, una Biblia, una radio, unos zapatos y un diccionario, aunque dejó a su madre sus fotografías.

Ejecutan a preso que mató a compañero de celda

También, Lee Andrew Taylor, de 32 años, fue ejecutado hoy en el penal de Huntsville (Texas, EE.UU.) por el asesinato de un compañero de celda hace 12 años.

Taylor murió a las 18.24 hora local (23.24 GMT) tras recibir la inyección letal, dos horas después de que la Corte Suprema rechazara una apelación para conmutar la pena, informó el Washington Post.

En su declaración final, Taylor dijo a su madre y a su esposa que las quería y pidió perdón por el asesinato en 1999 de Donta Greene durante una pelea cuando compartían en un centro penitenciario cerca de la localidad de Texarkana (Texas).

El reo mantuvo que cuando apuñaló a Green actuó en defensa propia y señaló que se estaba cometiendo "una grave injusticia", según indicó Jason Clark, un portavoz del Departamento de Justicia
Criminal de Texas.

Entonces, Taylor estaba cumpliendo una pena de cadena perpetua por el asesinato de un hombre de 79 años, John Hampton, durante el robo de su casa.


De EFE