domingo, 4 de octubre de 2009

Decomisos de dinero y bienes a boricua pasan los US$20 MM

Santo Domingo.- A pesar de que los bienes y el dinero en efectivo incautados al fugitivo José Figueroa Agosto sobrepasarían los US$20 millones, las autoridades dominicanas no han arrestado a ningún otro cabecilla de la red de narcotráfico, que dirigía el “capo” puertorriqueño y que introdujo miles de kilógramos de cocaína y heroína a Estados Unidos en los últimos cinco años.
Tampoco han sido investigadas, ni involucradas, ninguna de las decenas de personas que le vendieron bienes, le sirvieron de referencia y lo ayudaron a obtuvieron documentos falsos como dominicano, y menos aún nadie que trabajara para él en el recibo y embarque de tanta droga.
Entre las propiedades incautadas y que las autoridades dicen eran patrimonio de Figueroa Agosto hay dos residencias en Arroyo Hondo, una villa turística en Juan Dolio, un apartamento de lujo en Brisa Marina, de Juan Dolio; dos apartamentos en una torre en el sector La Esperilla, diez vehículos de lujo, 293 kilogramos de cocaína, casi US$5.0 millones en efectivo, un arsenal de armas y finalmente una finca con helipuerto y decena de cabezas de ganado, entre otros animales, en Pedro Brand, muy cerca de la Primera Brigada del Ejército Nacional.
Figueroa Agosto se habría refugiado en República Dominicana luego de escapar de una cárcel de Río Piedras, Puerto Rico, donde cumplía condena por narcotráfico, secuestro y asesinato.
Escobar y Agosto
La finca de 75 hectáreas incautada a Figueroa Agosto en Pedro Brand, aunque en miniatura, los fiscales la compararon con la Hacienda Nápoles de Pablo Escobar. El periodista Luis Cañon, director del periódico El Tiempo, de Bogotá, describió en su libro como desde la Hacienda Nápoles, dirigió y fortaleció Pablo Escobar, el gran jefe del Cartel de Medellín, su pequeño gran imperio de crímenes y drogas.
Mientras la vida se lo permitió, el lugar fue una especie de santuario para Escobar, como parece que era para Figueroa Agosto su finca de Pedro Brand. En Nápoles a Pablo lo visitaban sus amigos, llevaba a su familia, recibía a empresarios, políticos y grandes personajes de la vida social y cultural de Colombia. La hacienda, situada a 174 kilómetros de Medellín, la capital de Antioquia, y a 185 de Bogotá, la capital del país, en el corazón de Colombia, tenía una extensión de más de 3,000 hectáreas que formaban parte del amplio valle de 50,000 kilómetros cuadrados, irrigado por el río Magdalena y que se extiende por seis departamentos de la geografía colombiana.
Era una especie de paraíso, construido en forma casi frenética por “El Patrón”, como llamaban a Escobar las numerosas gentes a su servicio.
Después de varios años comprando grandes extensiones, a propietarios diversos, Escobar logró delimitar la gran extensión de la finca.
Llevó cien mil árboles frutales de distintos países, diseñó una cadena de lagos artificiales y construyó seis piscinas.
Pagó grandes dividendos para recibir asesoría de zootecnistas e importó animales de todo el mundo.
Esa particular atracción de Escobar por los animales consumía una buena parte de su tiempo. Como Figueroa Agosto, se preocupaba por la alimentación que se les debía dar, discutía con los veterinarios los tratamientos, experimentaba cruces de razas, se afanaba porque las especies sobrevivieran y se multiplicaran.
En Pedro Brand, Figueroa Agosto, tenía también su helipuerto, almacenes, mansión y zona restringida y allí había desde avestruces, pavos reales, gansos, caballos pony, hasta vacas, cerdos y gallinas.

LISTIN DIARIO